La vida regala en su rodar
compañeros que sin quererlo
llegan a conformar,
el elenco de nuestra corta historia,
de nuestro largo andar.
de nuestro largo andar.
Cómplices en la aventura de existir,
capaces de entendernos sin decir,
de escucharnos sin hablar ,
abrazarnos a distancia y reír.
Un amigo es como el árbol
hoy añoso que nos vio crecer
en el patio de la
casa de antaño.
La cicatriz en la rodilla
que nos acompaña a todos lados,
la que no duele y que acariciamos.
Es el olor a tarde de colegio,
a nuevo, a leche con
galletas,
de Septiembres, Diciembres.
A primera guitarra y arpegios
fogatas y aventuras sin maletas.
Los amigos son los hitos en la línea,
temporal de nuestra
simple vida.
Unos son de nuestra sangre
y no hay rencillas
que separen sus abrazos y mejillas.
También hay los adoptados
llegaron como tirada
de dados
aunque no siempre el par fuera ajustado
lo vivido suma saldo a lo ganado.
Hay algunos que se fueron muy temprano
Recordándonos que estamos solo en paso
En mi día triste muchos se hicieron presentes
Agradezco el cariño de esta gente.
©Todos derechos reservados. LL. Chile.2015